Masaje de drenaje linfático
Reducción de la hinchazón y la salida del exceso de líquidos, combate la retención de agua, facilita la reabsorción del edema, reduciendo también el dolor.
Quienes se acercan a este tratamiento suelen conocer los efectos de este masaje en la circulación linfática. Pero, ¿qué es la linfa? La linfa es un líquido viscoso compuesto principalmente por agua, linfocitos (glóbulos blancos responsables del sistema inmunitario) y proteínas.
La linfa es un líquido viscoso compuesto principalmente por agua, linfocitos (glóbulos blancos responsables del sistema inmunitario) y proteínas. Este fluido limpia los tejidos del cuerpo de los desechos metabólicos, siguiendo un camino que pasa por ciertas áreas, llamadas ganglios linfáticos, donde la linfa elimina los desechos y luego continúa hacia otros tejidos en un proceso continuo de «limpieza».
¿Y qué hace?
Los principales efectos son la reducción de la hinchazón y la salida del exceso de líquido, combatiendo la retención de agua, facilitando la reabsorción de los edemas (por ejemplo, traumatismos, esguinces articulares, hematomas postoperatorios) y reduciendo el dolor.
Favorece el proceso de cicatrización de los tejidos y las heridas (y de las úlceras en las personas diabéticas), mejora la introducción de inmunoglobulinas y leucocitos y también mejora el sistema inmunitario.
Las técnicas de masaje de drenaje linfático han evolucionado desde 1800 gracias al descubrimiento del masaje de drenaje linfático por E. Vodder.
Independientemente de dónde se encuentre el punto a tratar, el masaje siempre comienza a nivel del cuello (es donde se encuentran los ganglios linfáticos, que son los puntos en los que la linfa se mezcla con el torrente sanguíneo), luego pasa a los ganglios linfáticos de la cara y sólo entonces, siguiendo el recorrido linfático, llega a la zona a tratar.
¿Qué implica el masaje?
El masaje implica un movimiento suave, lento y de presión. La duración de la sesión varía según el tipo de zona a tratar y el estado de la zona inflamada. Por regla general, el masaje no debe durar menos de 60 minutos.
Es muy importante que el paciente descanse durante al menos 15 minutos después del tratamiento para amplificar los efectos beneficiosos del masaje, que se percibirán inmediatamente a partir de una sensación de ligereza y bienestar psicofísico.
¿A quién va dirigido este masaje?
Es el masaje preferido por quienes quieren combatir la celulitis y las imperfecciones de la piel.
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